Tenía estos cuatro marcos en mi anterior casa, con las clásicas postales de publicidad antiguas que venden en los aeropuertos. Cuando llegué a la nueva casa, no sabía como realojar todos los cuadros que tenía. Primero probé en la cocina, pero las postales quedaban muy pequeñas y provocaban mucho ruido, los motivos eran pequeños y en demasiados colores. Lo único que se veía era un gran borrón.
Una tarde viendo una película de Woody Allen, “Desmontando a Harry”, en una escena en la cocina aparece un cuadro con la palabra EAT, y de ahí la idea, aunque lo adapté a que cada letra fuera dentro de un marco dadas mis limitaciones de espacio.
Realicé el arte gráfico, por llamarlo de alguna manera digna, con una fuente de letra que me gustó, y las imprimí en cartulina escolar de color beige. Opté por el color rojo un poco oscuro, por que la cenefa de la cocina tiene elementos en ese color. ( La cenefa no está ahí por mi voluntad sino por la del constructor del inmueble…de hecho es la protagonista de alguna de mis peores pesadillas. Creo que tiene un pollo y todo pero intento no mirarla por miedo a quedarme ciega!).
Saqué del marco las postales, las cambié por las laminas que había impreso y cerré los marcos con las mismas grapas que traían. Luego corté papel craft marrón ( del que se usa para empaquetar) en tiras del mismo tamaño de los laterales del marco y las impregné bien en una mezcla de agua y cola al 50%. Las coloqué en los laterales de cada marco tapando bien las grapas y teniendo cuidado que no se salieran por los bordes, para dejarlo exactamente igual que cuando lo enmarcan.
Los dejé secar una horas y los coloqué con cinta adhesiva a dos caras, para no tener que hacer agujeros en los azulejos.
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