Cuando comienzas a ver la decoración de Navidad de las tiendas, no hay nada que más me horrorice que esos escaparates adornados a base de spray de nieve, otro atentado contra la capa de ozono además de un gasto inútil.
He decorado la vitrina del salón, con estos copos de nieve hechos con mi material favorito…esas bolsas blancas de plástico de los supermercados, de verdad es un material mágico y gracias a la estática, claro, que hace que se queden pegados al cristal recién limpiado.
Lo primero es despiezar la bolsa de plástico cortando el fondo y las asas, así se convierte en una sola pieza o lámina de plástico. Lo ideal es que la bolsa esté lo más plana posible, sin arrugas ni pliegues o los copos no se pegarán bien al cristal.
Después imprimir el contorno de los copos de nieve en una hoja de papel normal, se superponen varias capas del plástico de la bolsa y se sujetan a la plantilla y a la plancha de corte con cinta tesa, o cinta de carrocero para que no se muevan al cortarlas ya que el plástico es muy fino y se mueve.
Una vez recortados todos los contornos, se retira el sobrante tanto papel como plástico.
Es necesario limpiar bien el cristal y pegarlas antes de que termine de secarse, si no se caerán, también es importante no hacer los copos muy grandes o se desprenderán…tampoco se pueden dar portazos o saldrán volando!!! son algo delicados pero quedan tan bonitos.
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