No lo podemos negar, son lo que más les gusta a pequeños y mayores así que he creado mi propia versión casera, primero para asegurarme que lo que come mi hija es sano y segundo para no sentirme tan culpable cuando me los como yo.
Están buenísimos y quedan crujientes por fuera y blandos y sabrosos por dentro.
INGREDIENTES:
1Yogur griego Danone.
1Diente de ajo machacado.
1cucharada de perejil fresco picado ( opcional)
El zumo de un limón.
1 chorro generoso de aceite de oliva virgen.
Sal fina y pimienta al gusto.
1 cucharadita de mostaza de Dijon.
2 Pechugas de Pollo de corral si es posible.
PARA EMPANAR:
Huevo y pan rallado.
PREPARACIÓN:
Se abren las pechugas cortándolas en libro, se aplastan un poco en las zonas que hayan quedado más gruesas y se cortan en trozos de 3 ó 4 cm. Es importante que tengan todas más o menos el mismo tamaño y grosor para que al freír queden bien hechas por dentro y no unas más crudas y otras más secas.
Se mezcla en un cuenco grande el yogur y el resto de los ingredientes, se remueve bien para unificar la mezcla que nos va a servir para marinar el pollo.
Se meten dentro los trozos de pollo y se remueve bien, deben quedar bien cubiertos y se esperan unas 4 horas, por ejemplo si los pones a marinar a primera hora de la mañana, los empanas y los tienes para comer al mediodía.
Para empanar, se puede optar por retirar el marinado de yogur con papel de cocina, o empanarlos directamente que es la forma en que se han cocinado los de la fotografía superior.
Se fríen en aceite bien caliente y se escurren en un plato con papel, como toque final un poco de sal fina espolvoreada por encima…y para mojar Ketchup.
Lo mejor es que puedes hacer una cantidad grande y congelar la mitad ya rebozados para otra ocasión, vaya cocinas una vez pero cunde el doble!
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