Quería terminar el cuarto de mi peque con un motivo de conejitos en la pared vacía que me quedaba detrás de la puerta del armario, estaba muy vacía y fría y quería que fuera más cálida.
¿Que porqué me complico tanto la existencia? Bueno, a mi de pequeña me pusieron uno de aquellos juegos de cuarto de tres piezas oscuros de caoba, que costaban un dineral pero que no eran nada infantiles, se me ha quedado la fijación y odio las maderas oscuras.
Aquí podéis ver que tenía razón, me quedaba ese hueco donde poner algo, pero la puerta de armario no me permitía poner un mueble, así que se me ocurrió que era el lugar ideal para estarcir estos conejitos.
Este fue el primer intento, yo también me equivoco!
El color era demasiado claro y no hacía contraste con la pared, el contorno del conejito era demasiado suave y además me quedó pequeño. Cambié el color a un tono coral más acorde con la decoración y diseñé un conejito un poco más campestre y bastante más grande.
Me costó tener que pintar de blanco de nuevo la pared, dejar secar y comenzar de nuevo pero ahora estoy muy contenta con el resultado.
Aquí os dejo las siluetas que finalmente utilicé por si queréis animaros a decorar algún rincón, y un consejo si tenéis que decorar una pared o un espacio grande, el tamaño es muy importante debéis exagerar las proporciones o de lo contrario os pasará como a mi, que se quedaban perdidos flotando en la inmensidad blanca de la pared.
Que os lo paséis bien con este proyecto!
Queda estupendo!! me ha gustado porque no creo que se tarde demasiado y el resultado es muy bonito.
ResponderEliminarUn superbeso de inicio de semana ¡¡muá!!
me encantan los conejitos!!
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