Esta camiseta la bordé hace unos meses. Se me estropeó por lo de siempre, las prisas, por no cuidarla bien y usarla mientras hacía la colada con lejía.
Casi no me infarto! después de todo el trabajo que me costó bordar y termofijar todas las piedritas.
Ni me lo pensé, no quería perder todo el tiempo invertido así que recorté todos los motivos bordados dejando bastante espacio para poderlos aplicar en otra camiseta.
Cosí cada uno de los trozos recortados de la camiseta vieja, como si fueran parches, utilizando el espacio que deje alrededor del contorno de la aplicación y después volví a recortar el punto sobrante.
Ahora puedo volver a usarla unos cuantos meses más hasta el siguiente desastre.
Ha quedado estupendamente. Un beso, Mª José
ResponderEliminarPD Los desastres nos pasan a todas...
jajaja.
ResponderEliminarSi,la verdad es que consuela un poco saber que todos tenemos esos desastrillos caseros.